Cornelis Springer. “Sol en el Ayuntamiento de Liebeck”
En estos tiempos de vuelta al realismo pictórico, los expertos vuelven sus miradas a los antiguos holandeses. Entre ellos destaca un muchacho, el gran maestro del siglo XIX, llamado Cornelis, cuarto hijo de un carpintero y contratista, que iba destinado a ser un pintor de brocha gorda en una fábrica de carruajes, pero desoyendo los consejos de su padre, aprendió la perspectiva y dibujo arquitectónico de manos de su hermano mayor, Hendrik Springer (1805-1867) que era arquitecto, y luego, a lo largo de su vida, se dedicó a viajar permanentemente por su país para dejar plasmada la belleza de sus paisajes urbanos y la realidad cotidiana de la gente de la calle. Hoy elDibujante os muestra su vida y una de las mayores colecciones sobre su obra, en alta definición, que puedan encontrarse en la red.
En estos tiempos de vuelta al realismo pictórico, los expertos vuelven sus miradas a los antiguos holandeses. Entre ellos destaca un muchacho, el gran maestro del siglo XIX, llamado Cornelis, cuarto hijo de un carpintero y contratista, que iba destinado a ser un pintor de brocha gorda en una fábrica de carruajes, pero desoyendo los consejos de su padre, aprendió la perspectiva y dibujo arquitectónico de manos de su hermano mayor, Hendrik Springer (1805-1867) que era arquitecto, y luego, a lo largo de su vida, se dedicó a viajar permanentemente por su país para dejar plasmada la belleza de sus paisajes urbanos y la realidad cotidiana de la gente de la calle. Hoy elDibujante os muestra su vida y una de las mayores colecciones sobre su obra, en alta definición, que puedan encontrarse en la red.
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