“Arranging the irises”. 1897. Óleo sobre lienzo. 61 x 76 cms. Colección. Particular.
Esta maravilla de cuadro que hoy os presentamos, ejemplo perfecto de la sobriedad en el color y del equilibrio de las formas, se debe a un pintor casi desconocido y poco valorado, como suele ser habitual entre los pintores ingleses del XIX, al menos en nuestro país. Edwin Harris además pintaba cuadros de reducidas dimensiones, porque le resultaba más cómo que trabajar sobre grandes formatos y porque no se veía obligado a exponer en la Exposición Nacional, ya que se había casado con la sobrina de un marchante de arte, quien le vendía casi toda su producción sin problemas. Fue un pintor, pues, que “lo tuvo fácil”.
Esta maravilla de cuadro que hoy os presentamos, ejemplo perfecto de la sobriedad en el color y del equilibrio de las formas, se debe a un pintor casi desconocido y poco valorado, como suele ser habitual entre los pintores ingleses del XIX, al menos en nuestro país. Edwin Harris además pintaba cuadros de reducidas dimensiones, porque le resultaba más cómo que trabajar sobre grandes formatos y porque no se veía obligado a exponer en la Exposición Nacional, ya que se había casado con la sobrina de un marchante de arte, quien le vendía casi toda su producción sin problemas. Fue un pintor, pues, que “lo tuvo fácil”.
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