viernes, 3 de agosto de 2012

La noche del océano (H. P. Lovecraft)

Y entonces, con un chapoteo sordo, aterrador, un ser marino emergió de entre las olas. Su forma se asemejaba a la de un perro, pero también podría ser la de un hombre o la de algo aún más extraño. No pareció verme -o no le importó-; nadó como un pez bajo la luz de las estrallas hasta que se sumergió de nuevo en las aguas. Al poco volvió a aparecer y, al estar más cerca, vi que llevaba algo sobre los hombros. También me di cuenta de que no podía tratarse de un animal, sino que era un hombre, o algo parécido a un hombre... Pero nadaba con una facilidad espantosa.

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